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La industria energética experimenta un periodo de cambios en el que las tecnologías de la información y la comunicación juegan un papel clave para redefinir enfoques y estrategias. El 2024 es un punto inicial de esta dinámica de cambio y que se inicia con unas tendencias tecnológicas que revolucionarán la producción, distribución y consumo de la energía. 

Reducción de la huella de carbono y energías renovables

Sin duda uno de los objetivos de todas las compañías del sector energéticos es la reducción de la huella de carbono y, en los próximos años, se espera un aumento del uso de energías renovables. Este cambio debería permitir establecer sistemas de autoabastecimiento más seguros y eficientes. Tecnologías como la inteligencia artificial (IA) o el aprendizaje automático (ML) serán claves para optimizar tareas de eficiencia energética. Otras herramientas avanzadas como el 5G o el Internet de las Cosas (IoT), que contribuyen a la descentralización de la generación energética, ayudarán a gestionar de una manera más resiliente y sostenible todas las operaciones y asegurando una mayor descarbonización.

Predicción de la demanda energética y tecnología cuántica

Para poder gestionar de una manera eficiente todos los recursos y para asegurar el funcionamiento de los mercados eléctricos es crucial la precisión en la predicción de la demanda energética. Por eso, los algoritmos avanzados como el machine learning y redes neuronales convencionales cobrarán importancia en este 2024, logrando predecir con precisión y en gran escala los patrones de consumo actuales. Utilizando técnicas como el procesamiento de señales y el análisis espectral, junto con modelos basados en inteligencia artificial como RNN y transformers, se pueden lograr predicciones a gran escala y con predicción de estos patrones de consumo. Las tecnologías de cifrado cuántico aparecen con el objetivo de garantizar estándares de confidencialidad y seguridad, protegiendo datos en infraestructuras críticas que deben asegurar un continuo suministro energético.

Optimización energética mediante Edge Computing

Uno de los componente clave en el crecimiento y mejora del sector energético para este 2024 es el edge computing, permitiendo optimizaciones energéticas en tiempo real. El procesamiento de datos y la ejecución de algoritmos en dispositivos periféricos reduce la latencia y la carga en redes centrales. Esta tecnología aplicada al ámbito energético mejora la gestión de la demanda, la monitorización de activos y la optimización de la distribución de la energía. Así se consigue agilizar las decisiones y aumentar la eficiencia. Además, contribuye a la mencionada anteriormente descentralización del procesamiento de datos, ayudando a contribuir a la reducción del consumo energético en los centros de datos y mejorando la resiliencia de redes eléctricas y sus posibles errores.

Gestión del conocimiento y transformación corporativa

Es clave para que las empresas energéticas avancen en su transformación digital el desarrollo de la eficiencia en gestión del conocimiento y, para ello, en 2024 será importante analizar la integración de tecnologías como la IA o el procesamiento del lenguaje natural (NLP). Con estas tecnologías se logra una captura y un análisis de datos más sofisticado, extrayendo información relevante de datos no estructurados. Otros sistemas que podrían ayudar a esta eficiencia en la gestión del conocimiento son aquellos basados en blockchain, ya que aseguran la autenticidad y rastreabilidad de la información, fortaleciendo las decisiones estratégicas y promoviendo la colaboración entre departamentos. El desarrollo de gemelos digitales y entornos avanzados de simulación, también facilitarían a la mejora de procesos, fomentando la innovación.

El sector energético enfrenta desafíos complejos, pero también oportunidades ilimitadas, avanzando hacia un futuro más sostenible. Las asociaciones entre actores públicos y privados, ayudados de los más altos estándares en calidades tecnológicas y de servicio, harán impulsar y crecer la eficiencia y sostenibilidad de gran parte de las áreas de la industria. El 2024 está llamado a ser un punto de inflexión en la evolución hacia un futuro energético más inteligente, seguro y ecológico.