En el mundo de la aviación, garantizar vuelos eficientes y seguros es de suma importancia. Para lograrlo, se requiere de una ciencia aplicada llamada Mecánica del Vuelo, la cual se dedica al estudio del movimiento de las aeronaves en su desplazamiento por el aire. En este sentido, los sistemas de control de vuelo desempeñan un papel esencial al permitir controlar y ajustar la respuesta de las aeronaves ante diferentes situaciones y condiciones de vuelo.
¿Qué es la Mecánica de Vuelo?
La Mecánica del Vuelo es la ciencia aplicada que se encarga de estudiar el movimiento de aeronaves en su desplazamiento por el aire, aplicando principalmente conocimientos de Mecánica Clásica, Aerodinámica y Propulsión para determinar la trayectoria y realizar estudios de estabilidad, que permitan concebir un diseño que satisfaga las especificaciones impuestas por el cliente, así como también cumplir los requisitos de certificación de las autoridades aeronáuticas.
¿Qué son los simuladores de vuelo?
Dentro de las herramientas más empleadas por los ingenieros dedicados a esta disciplina se encuentran los simuladores de vuelo. Éstos son plataformas de cálculo en tiempo real que integran, en función de su complejidad, modelos físico-matemáticos para representar sistemas y componentes de la aeronave, interfaces entre los mismos, entornos físicos y, en general, modelos para poder determinar el comportamiento de la aeronave.
Debido al gran número de modelos que intervienen intercambiando información entre ellos, es crítico el llamado proceso de integración, consistente básicamente en la conexión de todos los modelos entre sí para generar una nueva aplicación o standard.
Integración de sistemas de control de vuelo
En SII Group Spain se trabaja en colaboración con SII Toulouse en la integración de los sistemas de control de vuelo, computadoras capaces de controlar la respuesta de una aeronave, en lo que a la Mecánica del Vuelo se refiere, cuando se aplica sobre la misma (en términos de teoría de control, la planta) una señal de entrada. Se encuadran dentro de dos grandes grupos: los sistemas de aumento de estabilidad y los autopilotos. Los primeros son dispositivos que modifican las características naturales del avión (frecuencia natural, amortiguamiento, tiempos de respuesta…). Los segundos, son algoritmos basados en la realimentación (sistemas en lazo cerrado) para satisfacer las leyes de control impuestas por el piloto.
En cuanto a la integración de sistemas de control, el proceso consiste en la recepción de una nueva versión de modelo de algoritmo de control por parte del equipo de diseño. Este equipo es el encargado de diseñar nuevos algoritmos o corregir errores presentes en iteraciones de diseño precedentes. Tras recibir la nueva iteración (lo que se llama la especificación) se procede a adaptar el formato de ese producto entregado por el equipo de diseño y a identificar los nuevos puertos de entrada y salida que es preciso conectar entre los diferentes modelos a integrar. Para entender el concepto de conexión de puertos, se trata cada modelo como una caja negra, ya que solo se está interesado en identificar y entender las interfaces entre modelos. Del interior de cada uno (cómo se haya programado) se encarga la oficina de diseño y de las interfaces se encarga el equipo de integración.
Las modificaciones que los diseñadores hayan realizado sobre la anterior especificación, es decir, de la que han partido para concebir la nueva, supondrán en general la adición de información a transmitir entre modelos o la supresión de canales de transmisión. Cuando ha finalizado este proceso de conexión de puertos se procede a realizar pruebas sobre la nueva aplicación integrada, en la plataforma de simulación. Estos tests funcionales básicos pretenden comprobar que las principales conexiones se han realizado correctamente y que la aplicación integrada funciona adecuadamente.
Una vez validada, esta aplicación se entrega al equipo de validación para que realice, sobre la misma plataforma de simulación, tests más exhaustivos y completos para examinar en profundidad el funcionamiento en su conjunto de los nuevos modelos entregados por el equipo de diseño. De los posibles fallos que puedan detectarse, éstos podrán ser fallos de diseño o de integración. En cualquier caso se debe emitir un informe que exponga el fallo detectado, los sistemas afectados y el comportamiento esperado para facilitar la resolución del problema al equipo que reciba la aplicación de vuelta, ya sea de diseño o de integración.