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La metodología Agile, en constante evolución desde su concepción en el mundo del desarrollo de software, ha trascendido sus orígenes para convertirse en un enfoque holístico aplicable a diversos contextos empresariales.

Caracterizado por su flexibilidad, colaboración intensiva y capacidad de adaptación continua, Agile no sólo redefine la forma en que se crean productos y servicios, sino que también cultiva una cultura organizacional ágil que fomenta la innovación y responde de manera eficiente a los cambios del entorno. En este artículo exploraremos qué es Agile, sus principios fundamentales y cómo su implementación puede catalizar la transformación empresarial hacia un modelo más adaptable y centrado en el cliente.

¿Qué es Agile?

Agile es más que una metodología; es una filosofía y enfoque que abraza la mejora continua. En el contexto del desarrollo de software, se manifiesta como un sistema iterativo en el cual los participantes del proyecto planifican, ejecutan, verifican y toman acciones de mejora en ciclos cortos. Este enfoque dinámico permite a las partes interesadas adaptarse ágilmente a los cambios, asegurando así un constante incremento y evolución del producto.

Características de la metodología Agile

Esta metodología cuenta con una serie de características, que son las siguientes:

Es un conjunto de herramientas

En primer lugar, Agile se presenta como un conjunto dinámico de herramientas que se despliegan estratégicamente según el contexto en el que nos encontramos en cada momento. Aunque contamos con diversas herramientas a nuestra disposición, no todas son siempre aplicables. La elección adecuada depende del momento, del cliente y de la fase del proyecto en la que nos encontremos. Se trata de seleccionar la herramienta más pertinente, considerando de manera integral los diversos factores que influyen en la situación actual.

Es una dirección

En segundo lugar, este método representa una dirección más que un destino concreto. En entornos complejos, los resultados surgen de la experimentación constante y la mejora continua en cada nueva iteración. Es un camino evolutivo, un enfoque constante hacia el progreso, donde la atención se centra en el proceso en lugar de llegar a un punto fijo.

Es optimización en contextos complejos

Agile se presenta como una optimización en contextos complejos, proporcionando un modelo valioso en entornos caracterizados por alta incertidumbre y múltiples variables. Diversos estudios, como el enfoque Cynefin, han llegado a diferentes conclusiones, destacando cuatro modelos de trabajo dentro de Agile:

  1. Dominio simple: Un entorno lineal y predecible, donde las acciones tienen resultados conocidos. Por ejemplo, una producción en cadena sigue un patrón predefinido.
  2. Dominio complicado: Aunque se introducen variables de cambio, sigue siendo un modelo bastante predictivo y controlado. Un ejemplo podría ser el diseño de una ruta para un helicóptero, considerando variables como el viento y posibles fallos de piezas.
  3. Dominio complejo: Caracterizado por múltiples variables e interacciones, requiere una adaptación continua. El desarrollo de software es un ejemplo, donde constantemente se enfrentan a nuevas variables e interacciones que deben abordarse de manera ágil y flexible.
  4. Dominio caótico: En este caso, no hay reglas y se enfrenta a situaciones impredecibles. Por ejemplo, pilotar un helicóptero en caso de una falla grave del motor, donde las acciones deben tomarse de manera inmediata y sin un marco predefinido.

Una empresa o un departamento siempre se encontrará en alguno de estos dominios, lo que destaca la importancia de adaptarse a la naturaleza específica de cada contexto.

Adicionalmente, se abordan los entornos VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo), caracterizados por estas cuatro dimensiones. En este contexto, la agilidad y sus herramientas se convierten en aliados cruciales para lograr objetivos en ambientes que presentan estas características.

Es software funcionando

En cuarto lugar, la funcionalidad del software es la métrica más precisa para evaluar el progreso y determinar si estamos en la dirección correcta. Este concepto se alinea con el séptimo principio del Manifiesto Ágil, que destaca la importancia de software operativo como un indicador clave de éxito. La capacidad de obtener resultados tangibles y funcionales nos permite evaluar de manera efectiva si estamos aprovechando adecuadamente las herramientas proporcionadas por la agilidad. En última instancia, el software en funcionamiento se convierte en el criterio definitivo para validar la efectividad de nuestras prácticas ágiles.

Beneficios de la metodología agile

A través de la aplicación de esta metodología podemos logros diversos beneficios, entre los que se encuentran:

  • Entregas en periodos de tiempo cortos: La capacidad de proporcionar valor en intervalos breves permite al cliente tener resultados palpables en tan solo 2-3 semanas. Esto facilita una rápida visión del progreso y la dirección del proyecto, permitiendo ajustes ágiles según sea necesario.
  • Cercanía con el usuario: La interacción continua, facilitada por diversas sesiones y ceremonias a lo largo de los diferentes modelos ágiles, asegura una estrecha colaboración con el usuario. Este enfoque promueve la comprensión mutua y la alineación constante con las expectativas del cliente.
  • Calidad en las entregas: Siguiendo los principios del Manifiesto Ágil, se prioriza la calidad en cada entrega. No se trata simplemente de entregar a cualquier costo, sino de garantizar que cada entrega cumpla con estándares de calidad elevados.
  • Satisfacer las necesidades del usuario: Al trabajar de cerca con el cliente, la metodología Agile se centra en la satisfacción proactiva de las necesidades del usuario. Esta aproximación se traduce en la entrega de soluciones que abordan de manera efectiva las expectativas del cliente en períodos de tiempo cortos.
  • Mejora continua: La aplicación de la agilidad impulsa una cultura de mejora continua. Mediante inspecciones periódicas del proceso de trabajo, se identifican oportunidades para ajustes y optimizaciones. Este enfoque dinámico fomenta mejoras constantes, contribuyendo al perfeccionamiento diario de las prácticas de trabajo.

Tipos de metodologías ágiles

Dentro del amplio espectro de metodologías ágiles, encontramos diversos modelos de trabajo, los más extendidos son los siguientes:

Scrum

Uno de los más conocidos es Scrum. Scrum se basa en un ciclo continuo y corto de trabajo, donde la inspección constante, la adaptación a circunstancias cambiantes y la transparencia en todas las fases son elementos esenciales. Estos pilares garantizan una mejora continua y una comprensión clara del progreso del proyecto.

Además, en el marco de Scrum, se definen roles específicos que supervisan el ciclo para asegurar su óptimo funcionamiento. Se incorporan eventos cruciales, como la revisión (review), la reunión diaria (daily), la retrospectiva (retro), entre otros, que cumplen funciones clave en el desarrollo del proyecto.

qué es agile

Kanban

Kanban se distingue por su enfoque centrado en la eficiencia del flujo de trabajo, priorizando la optimización continua. Este modelo se esfuerza por asegurar que el flujo de trabajo sea lo más eficiente y fluido posible, promoviendo una gestión visual de tareas y procesos. La filosofía de Kanban se apoya en la mejora constante de la eficiencia operativa, garantizando una respuesta ágil a las demandas cambiantes del proyecto.

Extreme Programming (XP)

Extreme Programming (XP) se erige como la base sobre la cual descansan la mayoría de las buenas prácticas en el desarrollo de software. Este enfoque, con un énfasis particular en la colaboración estrecha, la retroalimentación constante y la mejora continua, busca maximizar la calidad del software a través de un enfoque ágil y centrado en el cliente.

Lean

Lean se concentra de manera significativa en la entrega de valor al usuario y en la eliminación de desperdicios. Este enfoque meticulosamente inspecciona todo el flujo de trabajo para identificar puntos donde se están generando ineficiencias. Se centra en la detección de desperdicios, como cuellos de botella y código que se genera pero nunca llega a ser utilizado.

Esta metodología busca optimizar la eficiencia, minimizar los recursos desperdiciados y maximizar el valor entregado al usuario de manera continua.

Scaled Agile Framework

SAFe, acrónimo de Scaled Agile Framework, es un modelo diseñado para escalar la agilidad en entornos empresariales de gran envergadura. Este marco proporciona una estructura y guía integral para implementar prácticas ágiles a nivel organizacional, permitiendo una coordinación efectiva entre equipos distribuidos y diversas áreas de la empresa. SAFe se enfoca en extender los principios ágiles a lo largo de toda la organización, facilitando una implementación armoniosa de la agilidad en proyectos de gran escala.

¿Por qué nace Agile?

Agile surge a principios del siglo XX como una respuesta al movimiento del Taylorismo, cuyo objetivo principal era incrementar la productividad mediante la intensa división de funciones, especialización, control riguroso del tiempo y un modelo de trabajo en cadena altamente predictivo.

Posteriormente, en el desarrollo histórico, aparece el Fordismo, que, aunque representa un avance respecto al Taylorismo, mantiene elementos similares, como la estandarización de procesos y la eficiencia centrada en la acumulación de stock. Ambos enfoques compartían un modelo de trabajo basado en el sistema «push».

Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial desencadena un cambio significativo con la introducción del sistema Toyota. Ante la escasez de recursos, Toyota innova adoptando el concepto «Just in Time», que implica producir según la demanda, sin mantener inventarios excesivos. Este enfoque introdujo una mayor diversificación de funciones para los trabajadores, organización horizontal y fomentó el trabajo en grupo.

Poco después, el pensamiento Lean emerge, estrechamente vinculado a Toyota, con un énfasis en maximizar la eficiencia del flujo de procesos. La eliminación de desperdicios, la implementación del sistema pull y la adaptación a las demandas del mercado se convierten en principios fundamentales, sentando las bases para el desarrollo de la agilidad.

Valores y principios del Manifiesto Ágil

El Manifiesto Ágil es un conjunto de valores y principios fundamentales que definen el enfoque ágil en el desarrollo de software. Creado por un grupo de expertos en 2001, aboga por la priorización de la colaboración con el cliente, la adaptabilidad a cambios, la entrega continua de software funcional y la valoración de individuos y sus interacciones sobre los procesos y las herramientas. Este manifiesto sienta las bases para las metodologías ágiles, promoviendo un enfoque flexible y orientado a resultados en el desarrollo de proyectos. Estos valores y principios nos ayudan y acompañan en el cambio de pensamiento y manera de hacer. Estos son cuatro:

  • Individuos e interacciones sobre procesos y herramientas
  • Software funcionando sobre documentación extensiva
  • Colaborar con el cliente sobre negociación contractual
  • Responder al cambio sobre seguir un plan

Además, se respaldan con 12 principios clave que, en resumen, abogan por:

  • Satisfacer al cliente
  • Adaptarse a los cambios
  • Entregar software funcional de manera constante
  • Fomentar el trabajo conjunto
  • Motivar a los individuos
  • Priorizar conversaciones cara a cara
  • Utilizar el software como medida de progreso
  • Promover el desarrollo sostenible
  • Buscar la excelencia técnica
  • Valorar la simplicidad
  • Favorecer equipos autoorganizados
  • Establecer intervalos regulares de entrega

Estos principios, en conjunto, impulsan una cultura ágil que destaca la satisfacción del cliente, la adaptabilidad, la entrega constante de software funcional y la colaboración efectiva en el desarrollo de proyectos.

En SII Group Spain, aplicamos estos principios en nuestras prácticas, propiciando así un enfoque colaborativo, centrado en el cliente y orientado a resultados tangibles.

Este artículo forma parte de nuestro proyecto de conocimiento SII Beyond Tech, una serie de charlas internas impartidas por diversos expertos de la compañía. En este caso, nuestra experta fue Marga Martínez Bustos, Scrum Master de uno de nuestros principales clientes en el sector de la aviación.